¡¡ Feliz Aniversário Juli !!

Buenos Aires - Martes, 06 de Junio de 2006

Para aquellos que no saben hoy cumplo el primer aniversario de noviazgo, pololeo, o como lo quieran llamar. Lo que importa es que ya logré llegar al primer año.

¡Si! ¡Un año! ¿Quien diría?!

Pese a que, para muchos, hoy pasen otras cosas que están tratando de opacar esta fecha tan importante - cómo es el caso del Mundial, mi repentina renuncia a mi trabajo (tema de otro post), la Profecía del 6•6•6, colegiales en Chile que se quieren sentir paquistaníes contra tropas Israelíes, etc... ¡Pero no! Ésta fecha no la dejaré pasar en vano. ¡Jamás!

Durante este año pasamos por muchas cosas, normalmente diría, muchas buenas, y otras malas. Pero en este caso, casi no hubo cosas malas. De hecho trato de acordarme algo malo, y son solo estupideces.

Entre medio pasamos un montón de cosas buenas y que me van a quedar en la memoria (esto parece escrito por una mina, o por un guionista cursi. Pero es verdad).

Me acuerdo perfectamente esa vez que - nosotros, solo siendo amigos – me llamaste a mi celular, casi llorando por que “alguien” te había tratado como un garca (traidor). Me acuerdo perfectamente, eso fue un jueves de abril del año pasado, como a las 21:00. Y yo me sentía pésimo por no poder ir a tu casa a verte, porque al día siguiente partía con mi familia a Santiago, bien temprano.

Durante ese viaje, me quedó dando vuelta en la cabeza ese llamado que me hiciste, y me quede pensando en “Que la habrá llevado a llamarme a mi?” “Por que se desahogó conmigo y no con alguna amiga?” etc...

Estando en Santiago, en una de las varias reuniones que y jodas que tuve con mis amigos, comenté esto, y uno de ellos me vino con la frase:

-“Y porque no te la agarray?”

Hasta ese momento no lo había visto como algo posible, de hecho no lo había pensado.

De ahí volvimos de Chile, y empezamos a juntarnos cada vez más. Pero sin ninguna intención de noviazgo o “agarre” – en serio! Eso duró unos dos meses. Durante esos meses no se me olvidó todas las veces que te pasé a buscar, con mi “Corsinha” para ir a clases, en la mañana. Otras cosas que tengo en mi memoria, es la vez que te invite a casa a ver El Padrino1 mientras comíamos Fondue, quesos, y brownies preparados por mi (claramente, en ese momento no tenia intención de “levantarte”).

Otra de las cosas que me acuerdo es cuando me invitaste al cumple de una amiga tuya en Rumi, los patovicas (matón de puerta de discos) no nos dejaron entrar, y de ahí (a las 04:00) nos fuimos a Asia de Cuba. Al final terminamos comiendo en Mc Donald’s de Cabildo y Olleros, ha-ha. Pobre, vos estabas enojadísima con los patovicas.

Después, un cierto día, te invité a tomar un café en Stanza, donde nos terminamos quedando conversando como 7 horas. Fue entremedio de toda esa conversación que me acorde de alguien que una vez me pregunto:

-“Porque no te la agarray?”

Y pensé: “Después de toda esta intimidad, y además ya la conozco bien, ¿Porque no?”

Desde ese día en adelante ya sabemos todo lo que hicimos:
· Cuando fuimos a ver a Zarzamora,
· Cuando fuimos al Hipódromo,
· A ver la competencia de hipismo en el Haras del Capricho,
· El campeonato de Polo,
· Las veces que nos quedábamos en el Depto de Arcos hasta tarde,
· Las veces que fuimos a Kansas,
· El viaje a Santiago y todas sus anécdotas, empezando por la noche que nos vimos obligados a dormir en Portillo,
· El show de cover de Queen,

Después de todo eso, vienen las cosa que seguimos haciendo hasta ahora, cosas que las escribo acá en el blog, porque, en poco tiempo, van a pasar a anécdotas. Como estar hasta tarde viendo tele, y pedirnos una docena de empanadas al Noble Repulgue. El tener la suerte de que me vengas a despertar todas las semanas, eso es (como diría “alguien”) re-tierno. Ver SouthPark, Los Simpsons, o Duro de Domar.

No todo es siempre hermoso, solo de acordarme me da lástima, esos días que te morías de dolor de muela, o cuando estabas siendo afectada por la otitis. Además del temor del Mecano, las veces que te tuve que dejar solita cuando me iba a trabajar, por su puesto, todas las discusiones que tuvimos por la comida…. Y claro, aquella vez del “incidente Luciano” el año pasado. La única razón por la que lo perdono todavía, es por que fue él el de la pregunta: “Porque no te la agarray?”. O sea, para mí, gracias a el estamos juntos. Sin su empujón no estaríamos como estamos hoy…

Bueno tontita, vos ya sabes, yo te re quiero. Gracias por aguantarme todo este tiempo,

te quiero mucho, y espero seguir mucho tiempo con vos!

Tu taradix!!!